martes, 11 de enero de 2011

La Ley de la Abuela: Principio de Premack

El principio de Premack es una teoría del reforzamiento psicológico.
Este principio fue formulado por David Premack (de quien recibe su nombre) quien pensó que de dos estímulos, el que más probabilidad de ocurrencia tuviera reforzaría al otro.
Este principio parte de dos supuestos. El primero es que si a un sujeto se le da acceso libre a dos actividades dedicará un tiempo determinado a cada una de ellas y ese porcentaje de tiempo refleja la probabilidad de esa actividad y, en consecuencia, el grado de preferencia de esa actividad. El segundo supuesto hace referencia a la relación de reforzamiento, que implica siempre dos conductas: una actividad preferible refuerza la ejecución de una respuesta menos preferente si el acceso a la actividad preferida se hace contingente respecto a la ejecución de la actividad menos preferida.
Un ejemplo claro podría ser el acceso de un estudiante a los videojuegos y a los libros. Si la conducta de jugar se hace contingente a la de estudiar (sólo puede acceder a los videojuegos si antes lo hace a los libros) la conducta de estudiar aumentará.
La fuerza de la relación de reforzamiento es una función directa de la probabilidad previa de la actividad reforzante.
En esta técnica se detectaran las conductas que sean de mas agrado del sujeto y despues se aplicaran los permisos para que realice esta conducta solo si antes realiza una conducta que queremos aumentar.
El Principio de Premack es muy sencillo y a la vez muy eficaz. De manera fácil de entender se puede enunciar así: una conducta que sea muy frecuente es capaz de servir como premio a otra conducta menos frecuente, con lo que se consigue que la conducta menos frecuente empiece a ocurrir más veces.
Por ejemplo, para un niño una conducta muy frecuente es jugar y otra que suele ser menos frecuente es hacer las tareas. Pues bien, eso significa que si dejamos al niño jugar una vez que haya terminado las tareas, la conducta de hacer las tareas se hará más frecuente.
Tener en cuenta este principio puede ser muy útil tanto para el colegio como para la casa. Por ejemplo:
  • En las actividades escolares se debería comenzar por las que menos gustan a los niños (hacer problemas aritméticos) y acabar con las que más les atraen (que se les lea un cuento, pongamos por caso).
  • El orden más lógico a la hora de hacer las tareas en casa sería: primero hacer los deberes y luego salir a jugar.
El que el Principio de Premack también se le denomine "Ley de la Abuela" indica que dicho principio ya estaba presente en la sabiduría popular y en la manera de educar de nuestras abuelas.
Incluso el propio refranero recoge la enseñanza esencial de este principio: "Primero la obligación y después la devoción".

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