La mayoría de los programas de condicionamiento operante, en general, se componen de los siguientes pasos:
- Identificar la conducta objetivo que ha de aumentar o disminuir
- Registrar la conducta tan objetivamente como sea posible, estableciendo una línea base con respecto a la cual evaluar los efectos del procedimiento.
- Introducir un programa creado para producir el aumento o la disminución deseados en la conducta.
- Modificar el programa si no ocurre el aumento o la disminución deseados en la conducta.
- Asegurar la generalidad del cambio de conducta; es decir, que el cambio ocurra en el lugar escogido, que se generalice a otras conductas deseables y que continúe o se mantenga después de la terminación del programa. Un programa operante implica el aplicar procedimientos que la investigación y la teoría indican que probablemente serán efectivos.